sábado, 30 de noviembre de 2013

INFORMACIÓN SOBRE EL TEMA DEL BLOG

¿Qué es el PAP?
El PAP es un examen, cuyo fin es detectar en forma temprana anomalías del cuello de útero, que posteriormente pueden evolucionar al cáncer.
Su efectividad depende de que se realice regularmente y en los plazos aconsejados.  Su fácil y rápida realización, así como su alto valor diagnóstico lo convierten en el principal método de detección precoz del cáncer cérvico-uterino.

¿Por qué es importante la prueba de Papanicolaou?
Porque es  parte del cuidado rutinario de la salud de la mujer, ya que al igual que otros tipos de cáncer, el de cuello uterino puede ser tratado con mayor éxito cuando se detecta en etapas tempranas y consecuentemente prolongar la vida y la calidad de la misma.

¿Cómo se realiza  el PAP?
Con la paciente acostada en una mesa de examen ginecológico,  en pocos minutos,  el técnico  coloca el especulo en la vagina  para obtener con pequeño instrumental, una muestra de células del cérvix.  El espécimen (muestra) se extiende (pone) en una lámina (portaobjetos) de vidrio y luego de procesada es estudiada (se conserva en fijador, posteriormente se procesa con tinciones especiales para ser estudiado) por el Citopatólogo.


¿Cuáles son los requisitos para el Papanicolaou?
No estar en el período menstrual (regla).
En las 48 horas previas al examen no está permitido:
  • Tener relaciones sexuales
  • Efectuar duchas vaginales
  • Recibir tratamientos intravaginales (óvulos, cremas)
  • Examen ginecológico, colposcopia u otras maniobras intravaginales
  • Las mujeres deben realizar esta prueba cuando fuera del período menstrual.
El mejor momento es 12 a 20 días después del primer día de la menstruación.
En la postmenopausia  se puede efectuar en cualquier momento.
Si, el día de la cita, comienza a menstruar, debe llamar  para  agendar una nueva hora.  El motivo de las prohibiciones mencionadas para las 48 horas previas es mejorar la calidad de la muestra, evitar que las células anormales sean enmascaradas y se dificulte el diagnóstico correcto.
Después de la prueba, podrá volver a realizar normalmente todas sus actividades habituales.

¿Quiénes deben realizarse este examen?
Todas las mujeres con 18 años o más, sin excepción, y las menores de esa edad que hayan mantenido relaciones sexuales.
Este estudio debe realizarse a partir del comienzo de la actividad sexual o a los 18 años. En los casos que a esta edad no se mantienen relaciones sexuales existen espéculos especiales "virginales", que no lesionan el himen vaginal.

La evolución de las lesiones precursoras que pueden ser detectadas en el PAP, hacia el  cáncer, habitualmente es lenta y pueden transcurrir hasta 10 a 20 años antes de que se manifieste el cáncer invasor. De allí la relevancia de este estudio, que  realizado periódicamente, disminuye muertes fácilmente evitables.

¿Puedo realizarme un Papanicolaou estando embarazada?
Sí, el PAP debe realizarse a toda mujer embarazada.
No existen contraindicaciones de ningún tipo.

¿Con qué frecuencia se debe realizar la prueba de Papanicolaou?

Las mujeres deben hablar con el médico sobre cuándo y con qué frecuencia se deben hacer esta prueba.
Es él quien, conociendo la historia personal y familiar, puede determinar los plazos  deseables.
Actualmente se considera que la primera prueba de PAP debe realizarse a los 18 años o aproximadamente 3 años después del comienzo de la actividad sexual.

¿Quiénes tienen mayor riesgo de adquirir cáncer de cuello uterino?
Todas las mujeres poseen riesgo, que se ve incrementado por:
  • Inicio de vida sexual a temprana edad (antes de los 18 años)
  • Múltiples compañeros
  • Edad mayor de 45 años
  • Consumo de tabaco

¿Qué pasa si el Papanicolaou es anormal?
Un resultado anormal, quiere decir que existe una lesión, la cual, si no es tratada a tiempo puede transformarse en una lesión no curable. En este caso se debe recurrir a su ginecólogo quien indicará la conducta a seguir.

¿Cómo se informa el examen de Papanicolaou?
Actualmente se utiliza un conjunto establecido de términos llamado Sistema Bethesda.  Bajo este sistema, las muestras sin anomalías celulares se reportan como “resultados negativos de lesión intraepitelial o malignidad”.

¿Es un estudio seguro?

Es un método seguro,  es el único Test que ha demostrado reducir la incidencia y mortalidad del cáncer de cuello uterino.
.Sin embargo existe consenso general en que el PAP, como cualquier otro examen, no siempre es exacto.
Según las estadísticas, algunas veces el PAP no detecta una lesión cancerosa.
De acuerdo a las últimas publicaciones, dependiendo del centro que lo realice, escaparían a esta técnica entre un 4 y 15% de mujeres portadoras de cáncer.
Como el cáncer evoluciona lentamente,  si se repite el PAP regularmente, las posibilidades de diagnóstico precoz aumentan y mejoran sustancialmente los resultados mencionados.
También es posible que células normales sean interpretadas como anómalas.
Finalmente es el médico tratante quien  interpreta el resultado del estudio y decide la conducta a seguir.


Video Campaña que invita a realizarte el examen.






¿QUÉ ESPERAS PARA HACERTE EL PAP?

El cáncer cervicouterino es de los pocos que puede detectarse 
antes de que se presente como tal, gracias a la prueba del Papanicolaou (Pap), que está 
incluida en el plan Auge. Detectado en la fase inicial y tratado a tiempo, su curación es de 100%. Sin embargo, más de 600 chilenas murieron en el último año por esta causa. Aquí, todo lo que tienes que saber. Hazte el Pap.
REPORTAJE: Por Constanza Díaz / Fotografía: Sebastián Utreras y Carolina Vargas / Ilustraciones: Marcelo Pérez
El cáncer cervicouterino 
no es solo asunto de mujeres
En esta imagen falta una mujer. Es Paola Torres, la esposa de Jorge Catalán (33) y madre de Jorge (14), Martín (8) y Lukas (7). Paola falleció hace un mes y medio, a los 33 años, víctima de un cáncer que comenzó en el cuello del útero y se ramificó a los pulmones, cadera y columna. Dice Jorge: “Ella no tenía la costumbre de ir al doctor. En los 16 años que estuvimos juntos, se hizo un solo Pap. Mi mujer vivía para su familia, para sus hijos. Siempre pendiente de cada uno de nosotros, pero se dejó estar en términos médicos. Pensó que por su juventud no le iba a pasar nada”. Cuando Paola consultó, ya no era mucho lo que se podía hacer y las sesiones de quimio y radioterapia no surtieron el efecto deseado. Su familia no se acostumbra a su ausencia. La extrañan demasiado. Y es por ese dolor que sienten, que no les desean a otras familias pasar por lo mismo. Porque la muerte de Paola pudo haberse evitado.
Examen a tiempo
Hace 20 años, al poco tiempo de haberse casado, Marcela Toro (41) se hizo su primer Pap. Salió alterado. Tenía presencia de células anormales de alto grado (NIE 2) en el cuello del útero, uno de los estados iniciales del cáncer cervicouterino. Tuvo miedo. Pensó que no podría convertirse en madre. Eso era lo que más quería. Sin dejar pasar un día, consultó a un ginecólogo oncólogo. Primero le practicaron una biopsia y, apenas tuvo los resultados, el doctor la sometió a tres sesiones consecutivas de crioterapia para eliminar el tejido afectado. El tratamiento se llevó a cabo en su consulta. No hubo necesidad de poner anestesia. Fue un procedimiento rápido y seguro. No sintió dolor, solo gran alivio de haber actuado a tiempo. Hoy, Marcela es mamá de Aline (17) y Colomba (4). Nunca tuvo problema alguno para quedar embarazada y las células anormales no han vuelto a aparecer. “Ese primer Pap me salvó la vida”, dice. Desde entonces, se controla rigurosamente. Jamás deja pasar una hora con su doctor.


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